martes, 16 de mayo de 2017

ABORTO LEGAL Y SEGURO PARA NO MORIR


En estas últimas semanas en Venezuela se han suscitado episodios de violencia y protestas por sectores que exigen la renuncia inmediata del presidente Nicolás Maduro. La respuesta ante estas exigencias ha sido la propuesta de conformar una Asmablea Nacional Constituyente. Se han desbordado las redes a través de opiniones y análisis de esta coyuntura política, social y cultural por la que estamos atravesando, de igual forma muchos movimientos sociales y colectivos se han re-pensado propuestas que pudiesen modificar nuestra legislación en pro de garantizar los derechos de todxs.

Tanto las mujeres, como la comunidad sexodiversa y las lesbianas feministas consideramos que de ser la Constituyente un verdadero espacio de encuentro, reflexión y aporte es necesario plantearse propuestas que solventen las situaciones de discriminación e injusticia que día a día se originan en nuestro país. El aborto ha sido un tema controversial que han puesto en discusión los movimientos feministas, y ha sido obviado evidentemente por razones de tabú, misoginia y sin duda alguna por la tara heteropatriarcal instaurada en el pensamiento del Estado.
En el año 2014 durante la sexagésima novena Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se solicitó al Estado venezolano la revisión y modificación de la ley del aborto, donde se permita la interrupción del embarazo, tomando en cuenta los embarazos producto de violación sexual e incesto, pues el índice de mortalidad de mujeres y de embarazos en niñas y adolescentes, según esta oraganización es muy alto en nuestro territorio.

Las mujeres venezolanas no cuentan con la atención, ni con el apoyo adecuado cuando deciden practicarse un aborto, por esta razón son victimas de la especulación y corren riesgos de obtener tratamientos no adecuados y a practicas abortivas altamente peligrosas, además de los maltratos que reciben en los centros de salud cuando asisten a causa de un aborto mal practicado. Existe una obvia desidia por parte del Estado al no tomar cartas en el asunto con respecto a este tema, donde sigue estando penalizado el aborto por contemplarse como un delito. Esto queda claramente tipificado en los artículos 430 y 431 del Código Penal venezolano:

Artículo 430: La mujer que intencionalmente abortare, valiéndose para ello de medios empleados por ella misma, o por un tercero, con su consentimiento, será castigada con prisión de 6 meses a 2 años.

 Artículo 431: El que hubiere provocado el aborto a una mujer, con el consentimiento de esta, será castigado con prisión de doce a treinta meses.

Asi pues, resulta urgente poner en discusión pública, este tema tan sensible en nuestra sociedad. Día a día mueren niñas, adolescentes y mujeres o estas son obligadas a cumplir con el rol histórico impuesto por el heteropatriarcado de reproducir, criar y mantener la especie, sin tomar en cuenta el derecho de cada unx de nosotrxs decidir por nuestro propio cuerpo. Es una tarea de todxs desmontar esa idea errada que aportan las religiones sobre el aborto, satanizándolo y tildando de asesinas a aquellas mujeres que simplemente deciden por la razón que sea no continuar con un embarazo no deseado o que al despenalizarlo contribuiría a consentir la promiscuidad. Si realmente la Asamblea Constituyente es un espacio de reflexión y acción es el momento de que las mujeres, lesbianas y trans venezolanxs tengamos la oportunidad de que el Estado promueva e instaure el aborto legal y seguro, por la no criminalización, por nuestra salud, por nuestro derecho a decidir, por nuestra vida.

Virginia Elvira Becerra



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